Son un conjunto de obras más comprometido y concienciado con la naturaleza.

Una exposición con imágenes digitales que nos instará a recapacitar sobre nuestras responsabilidades como individuos, ciudadanos o, simplemente, como huéspedes de un mundo que, aparentemente, va cambiando con nosotros pero que, en realidad, somos nosotros mismos los que lo estamos modificando.

La naturaleza es afable, generosa, acogedora. Es una naturaleza que nos perdona, que nos provee. Sin embargo, nosotros no la correspondemos de la misma forma. La maltratamos. La miramos y vemos que se está apagando lenta pero inexorablemente y aun así nos sonríe con sus olores, sus colores, sus sensaciones.

Afrontamos límites en términos de medio ambiente en el que no sabemos hacia donde vamos. Es un mundo de incertidumbre, desorden, desorientación, en el que todo tipo de cosas pueden pasar en cualquier momento. Nadie sabe cómo salir del problema, sólo vemos que crece, va a la deriva.