Conmemoramos la trigésimo novena exposición digital en Artágora desde que iniciáramos la serie aquel  13 de Diciembre de 2007. Tres veces trece. Lo que comenzara como un experimento de acuerdo con la lógica de los tiempos, se ha consolidado como una serie de referencia obligatoria de la creación digital en el panorama artístico contemporáneo: Álvar Calvet, Norma Carlana, Francis Daubresse, Roberto Delgado, Adrien Elvive, Vicent Feliú, Soledad Fernández Coll, Mario Gutiérrez Cru, Liviana Leone, Javier Martínez Ancín,  Marcos Martínez,  José Miguel Negro Macho, Claudio Redrado, Yanina Scaglioni, Jorge Semilla, Gustavo Vázquez King, Denica Veselinova y Atmán Víctor, nos han ido mostrando sus trabajos en formato digital, mes a mes, convirtiendo las pantallas de nuestros ordenadores en un privilegiado escenario de comunicación artística y visual.

Sin duda, en todos estos años, lo más reseñable es la crisis económica en la que desde aquellas fechas nos hemos sumergido globalmente. Para celebrar nuestra efemérides del 13, José Miguel Negro Macho sintetiza todo este periodo con una visión negra de la capital europea, Bruselas,  en su serie de composiciones realizadas durante el año 2010. Son  obras en las que el autor se afirma fenomenológicamente frente a la nada. Obras de mitificación de la actividad del proceso digital, de reduccionismo cromático, en las que vuelve a reivindicar  la creación artística como un proceso mental e interpretativo, lejano de la representación mimética, y en las que bucea en el inconsciente colectivo que desborda los límites del sujeto individual. El autor integra, en estas composiciones, el tradicional concepto del cuadro como ventana  junto con la representación de un espacio vacío casi absoluto.

 Obras de referencia lejana a las Pinturas Negras de Goya, y a la serie Iberia de Robert Motherwell de los años 50, las formas y los colores luchan por no desaparecer bajo la opresión del negro vacío. El autor se sirve de su particular visión de Europa para fundamentar simbólicamente sus composiciones que aluden al carácter ilusorio de nuestras formalizaciones como meras sombras proyectadas en el interior de un gran vacío.