En esta exposición, el autor introduce matices estéticos propios de sus composiciones digitales en estructuras geométricas simples, algo posible en el seno de una comprensión estética e ideológica de la realidad actual

Va rompiendo, así, con los cánones de sus trabajos anteriores, al incorporar una geometría en busca de una nueva originalidad como reflejo de la vida contemporánea. Siempre entendida su obra como objeto de comunicación, como forma cultural única e irrepetible, y no simplemente como objeto. Sus construcciones no están en absoluto desposeídas de todo reflejo desmitificador de lo existente.

Una evolución constante en el estilo, por un nuevo tipo de trabajos. Recordemos las palabras de Malevitch al respecto: “El cuerpo del arte se renueva constantemente. La estructura de su esqueleto se consolida mediante tenaces y sólidos ligamentos tal y como lo exigen los tiempos”.

 El autor se siente así artífice de un nuevo mundo de formas y de objetos artísticos. Sus formas se mueven en el espacio como diagonales y espirales, verticales y horizontales, líneas rectas o curvas. Sus propuestas avanzan hacia la construcción de un nuevo espacio mediante articulaciones de diversos elementos de diseño y estampas digitales que construyen una nueva imagen de la realidad. Realidad que ve con enorme pesimismo y de la que nos dice: “Los medios de comunicación nos hacen partícipes de escaladas atómicas, de cuantiosas inversiones basadas en la defensa europea, de invasiones de países con muertes y destrucción telecontadas, de genocidios impunes de pueblos enteros para que sus tierras acaben convertidas en un resort…y así una y otra vez. No puedo desligar mi obra de esas negativas percepciones con las que constantemente nos bombardean y creo que inconscientemente se tiene que expresar en ella todo este lúgubre envoltorio”