Dino Formaggio comenzaba su libro titulado “Arte” con esta frase: “Arte es todo aquello que los hombres llaman arte”.  Nos refería, así, al arte como una convención humana establecida en cada época y cultura, a través de una serie de actos y obras paradigmáticas. Al conjunto de características que permiten configurar obras y autores e identifican contenidos y elementos formales comunes, se denomina estilo.

Hassan Bensiamar es pintor, con independencia del estilo formal de sus obras. Pero nunca ha sido ajeno a los procesos culturales y movimientos artísticos englobados en el término de vanguardia. Algo que ha conformado, definitivamente, sus maneras determinadas de sentir la luz, de utilizar el color, de tratar la sensualidad. Hassan vivió, en sus inicios como artista, la tradicional división entre pintura figurativa y pintura abstracta, allá por la mitad de los años setenta, en plena vigencia de tal división en el seno de las artes plásticas. Aunque no fuese, solamente, esta división la que perdurase en aquellos tiempos de su formación, sino que, además, coexistía con la de artistas formales o conformadores de la materia plástica y la de artistas conceptuales que ofrecían ideas pero sin necesidad de formalizarlas. Participó en actos, exposiciones y publicaciones de diferentes tendencias.

Hassan sintetizó haciendo suya la proposición de Richard Wollheim “el arte es una forma de vida” o la más concreta de Wolf Vostell “arte igual a vida/ vida igual a arte” enunciada en 1961. Hassan simultaneó otro tipo de acciones a las de pintor de cuadros, tales como happenings, acciones conceptuales, instalaciones, performances, ambientes o trabajos de grupo que se estaban produciendo por aquellas fechas en el seno de la Facultad (por entonces Escuela Superior) de Bellas Artes y, también, como miembro del Grupo Alameda, pionero en la ciudad de Sevilla de tales expresiones artísticas.

Presentamos la segunda exposición de sus apuntes que representan de forma esquemática e inmediata,  su estado más puro de creación. Realizados del natural y con un material sencillo, bolígrafo o rotulador de punta fina, emplea fundamentalmente la línea como elemento configurador de las formas.