Artágora Galería Virtual
Hungría, el país ex comunista de las aguas termales, ha sido noticia recientemente por ser una de las economías más vulnerables a la crisis financiera: ha sido el primer país europeo que recibió dinero del FMI en 32 años, revelando que las economías emergentes del centro y del este de Europa se están mostrando muy sensibles a la actual crisis, y han pasado de ser consideradas como el gran potencial de Europa, a ser ahora una de sus grandes preocupaciones.
José Miguel Negro Macho nos presenta una exposición basada en un viaje realizado a su capital, Budapest, durante el año 2008. Autor íntimamente ligado al movimiento de la creación digital, desarrolla en esta ocasión una serie de 13 imágenes dominadas por el afán transgresor del paisaje urbano, de una gran capacidad de abstracción formal. Como casi siempre, evidencia una enorme inquietud y curiosidad, unida a una carencia de prejuicios y capacidad para hallar aspectos de interés y material de trabajo casi en cualquier cosa. Su labor demuestra su confianza en el tratamiento digital para, mediante la fotografía, llegar a componer desde la imagen misma y poder lograr una coherencia entre la estructura de la obra y la de la imagen que la constituye.
El artista compatibiliza una profunda investigación de la materia visual con una radical expresividad, que manifiesta tanto en las obras más absolutas como en aquellas con las que se compromete con una idea o una denuncia. Al respecto de la exposición que ahora presentamos, el autor nos dice: “Parece ser que la ciencia está entrando en nuestro cerebro a una velocidad sorprendente. Los avances se nos presentan como espectaculares y plantean cuestiones relacionadas con la intimidad. Por ello, podemos pensar que el cerebro puede delatar al artista y hacer peligrar la intimidad de sus creaciones estéticas. Nuevas técnicas para leer la mente son, hasta ahora, una posibilidad remota. Pero cabe preguntarnos qué más se podrá leer en el cerebro en un futuro próximo, además de la mentira, servicio éste que ya prestan algunas empresas norteamericanas. La sociedad bien podría recurrir a escáneres cerebrales y poder tener, así, las creaciones contemporáneas de sus artistas en proceso puro, pese a que hoy por hoy no podamos hablar del uso de ningún dispositivo neurofisiológico para detectarlas, y siempre suponiendo que sigan existiendo artistas tal y como ahora los entendemos. Pero, ¿podemos esperar que sea más puro el conocimiento del hecho artístico registrando la actividad cerebral de sus creadores antes de que, posteriormente, se materialice mediante las diferentes herramientas tecnológicas que cada época nos ofrece?. ¿ Podíamos estar hablando de algo como visualizar el cerebro de un artista en funcionamiento creativo para poder detectar su capacidad creativa y poder valorar su ideonidad económica y social, algo estremecedor desde nuestra perspectiva de ciudadanos recién llegados al siglo XXl ?”
“Budapest: azul y negro” es la decimotercera exposición de obras realizadas en formato digital. Trece obras que pueden visitar del 13 de Diciembre de 2008 al 13 de Enero de 2009 en la galería electrónica de Artágora.