La trayectoria de Luis Vivanco es una trayectoria atípica en el mundo del arte: comenzó a exhibir sus dibujos cumplidos los 60 años. Arquitecto de formación, su relación con las artes plásticas proviene de sus años de estudiante en la antigua Escuela Superior de Arquitectura de Madrid en la que se cursaban las asignaturas de análisis de formas e historia del arte. Era frecuente, en aquella época,  ver a los alumnos de arquitectura en las clases de dibujo artístico de las antiguas escuelas de artes y oficios, y también por las calles de las ciudades dibujando paisaje urbano en sus blocks de apuntes. Luis Vivanco desde siempre se ha sentido muy cercano a las bellas artes, mostrando de joven su fascinación por Salvador Dalí y en especial por su Cristo de San Juan de la Cruz.

Con muchas horas de práctica en el dibujo de línea y en el color (sobre todo el gouache) ahora el autor incorpora la tablet a su proceso dibujístico. Nos ofrece en esta exposición referencias a grandes maestros como El Bosco, Matisse, Braque o Franc Marz, que le sirven de inspiración en la serie de dibujos sobre papel que posteriormente digitaliza, y que sigue realizando de manera distraída en diferentes momentos cotidianos de su existencia, tales como tomar un café, charlar por teléfono o esperar en la cola del médico.

No existe edición de los mismos. Sólo una numeración correlativa, a la vez que son firmados. Es otra forma de relación entre la digitalización del arte y sus formas de comercio.