Como si de una figura geométrica en continuo cambio y movimiento se tratara, en la exposición ARISTAS, Samaniego se complace en mostrar la diversidad de su obra. Su Experiencia Artística no se fundamenta en una única técnica específica, sino en las propiedades simbólicas que cualquier elemento, objeto, palabra o imagen pueden ofrecer, aunque se denota una clara preferencia por recuperar materiales y espacios, apelando a su memoria.  
 
En lo común de las obras, atrapa la atención el intento quimérico de capturar los momentos, lo efímero y lo cambiante, donde el tiempo en vertical, es decir, la intensidad del instante, es un viaje de sensaciones que mediante el recuerdo, y el intento de captura, es nuevo cada vez. 
 
Partiendo de la línea conceptual de la Deconstrucción, Samaniego explora en su obra artística la fragilidad del individuo, del ser, del tiempo y del espacio.